domingo, 22 de septiembre de 2013

Cloud Atlas



¡Como si existiese algo que no se haya repetido ya mil veces desde Aristófanes! ¡Como si el arte fuese el Qué y no el Cómo!”. (El Atlas de las nubes, David Mitchell)

La frase anterior no se menciona en ningún momento de la película homónima de los hermanos Watchowski, pero resulta perfectamente aplicable a las formas cinematográficas de su último film, muy infravalorado en mi opinión pero que, para mi, es ya todo un clásico.


El libro de Mitchell, con una estructura narrativa de difícil encaje en el lenguaje cinematográfico no ha sido obstáculo para que  los Watchowski y Tom Tykwer hayan construido film brillante, tanto en sus formas (un montaje espectacular, para las escuelas de cine) y visualmente exquisito, como en sus contenidos. Son seis historias aparentemente independientes que van progresando hasta fundirse en una aparente única historia enlzadas por los devenires y tribulaciones de sus personajes. Es cierto que hay algunas historias que enganchan más que otras lo que, en momentos muy puntuales, influye en el ritmo de la narración pero considero que esto es parte del juego cinematorgáfico de la cinta. 

La película exige cierto esfuerzo por parte del espectador, es cierto, especialemente al principio de la narración, pero poco a poco vamos advirtiendo las conexiones entre las historias y los personajes, sus ansias, sus miedos, sus luchas, sus anhelos  (Todo está conectado, es una de las frases promocionales del filme). Todo está construido con maestría, incluso los aparentemente burdos maquillajes de los personajes que refuerzan cierta clase de sensaciones que tenemos al verlos. 

Escribe Mitchell en un momento de la novela "Las almas surcan los cielos del tiempo, decía la abadesa, como las nubes surcan los cielos del mundo". Las almas de los personajes surcan el metraje como la cinta va surcando por los rodillos dentados del proyector. Todo ello con una espectacular banda sonora a cargo de Reinhold Heil, Johnny Klimek y Tom Tykwer con momentos verdaderamente soberbios y, muy emotivos.

La película ha pasado por nuestras salas con más pena que gloria y ha sido tremendamente vapuleada por gran parte de la crítica. Pero posiblemente muchos de los que amamos este filme les responderíamos a quienes nos denostan por ello...

“A la Corpocracia, a la Unanimidad, al Ministerio de Testamentos, a la Juche, y al Presidente les digo lo que Séneca a Nerón: por más que nos mates a todos, jamás podrás matar a tu sucesor.”
(El Atlas de las nubes, David Mitchell)

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