jueves, 4 de septiembre de 2008

Dia 10

Día 0. 23 de octubre de…

Hoy me ha dejado mi novia; al menos eso creo.

- Si estoy con él no puedo estar contigo – fue lo único que dijo.

Sutil, diplomático, seco, paralizante, cruel. Un disparo directo al alma, un garfio que atraviesa el gaznate de un conejo. ¿Quién está enamorado aquí? ¿Demasiado tiempo juntos o demasiado tiempo separados? ¿Por qué cogiste aquel avión?

Día 1. 6 de noviembre de…

Al otro lado de la mesa mi amigo René. Encima un café con leche, una cerveza y mucho dolor cortando el aire.

- Tío, sal de casa – me soltó, sin más.

- Tío, sácame de casa – repliqué.

No se me ocurrió nada mejor que decirle. Demasiadas miradas que transmitían demasiadas cosas y un silencio lleno de ruido. No me atrevía ni a quitarme las gafas para limpiarlas. Un último trago de cerveza y una “declaración de principios”:

- Recuerda, tú me has movido a esto

Día 2. 15 de diciembre de…

Hubiera preferido algo más romántico pero estaba cansado del amor. Bajo la escalinata que me lleva a la pista de baile. Apenas entiendo lo que me dice René, ni Enya ni Al Jarreau tenían cabida en este tugurio. Alcohol, drogas, sexo explícito, poca luz y mucha prisa por vivir (o matarse). No importaba, el alcohol mata lentamente. El amor quiere volver a bailar pero no le dejan.

Día 3. 12 de enero de…

Brasileña, de Río. Morena hasta en el blanco de los ojos. No demasiado sexy, no le hacía falta. Sus labios… Anunciaban la programación de un suicidio colectivo. Espectacular hasta el vómito. Marlena no bailaba, hacía girar cabezas y miradas. La llamábamos Luana, ignoro por qué. Sólo me dio los dos besos de rigor pero fue ella quien cerró los ojos.

Día 4. 12 de febrero de…

Quizá no fuera doce. No lo recuerdo bien. Marlena ya había soltado amarras y yo no había recogido las velas, no del todo. René, no obstante, trataba de atar cabos. Presagiaba un naufragio. No éramos piratas, tampoco aventureros, no sabíamos navegar. Hasta ese día. Quizá no fuera doce. Sonó el teléfono.

Día 5. 1 de marzo de…

Debía de ser un día de suerte, no una mañana cualquiera. La invitación seguía en pie. Desde la mesa de la terraza sólo se veían niños con sus padres. Mientras juegan yo espero. No tarda en aparecer. Aún no me había suicidado así que miro sus labios. Se acercan, los acerca, los posa. Debía de ser un día de suerte. Una mañana más pero esta diferente. Ahora soy yo quien cierra los ojos.

Día 6. 11 de marzo de…

Sí, fue el día once no tengo la menor duda. Chema se resignó a perderla. Yo me preparo para ganarla. Marlena estaba lista para cambiar de “perdedor”. Parece que todos hemos pasado el examen final del primer curso en el que te enseñan el arte de la supervivencia sin libros y sin maestros. Empezamos a vivir y dejamos de sobrevivir, incluso Chema lo hizo. Dejamos de hablarnos. Ahora trabaja repartiendo publicidad.

Día 7. 17 de marzo de…

Aún no he dejado la bebida, sigo recordando dónde la tengo “escondida”. Decido empezar a olvidar pero “las células de los recuerdos… esas son difíciles de matar”; Ranulph Junuh dixit. Marlena lo sabe pero no juzga el carácter ni el modo en que uno decide deshacerse de él. Espera, espera, espera. Espera empezar de nuevo. Yo espero lo mismo. Esperamos.

Día 8. 21 de marzo de…

Estoy contento. He conseguido salir del desierto sin quemaduras en los ojos. René se ha casado. Chema se ha ido a vivir a Tarragona, trabaja de vigilante de seguridad en un garaje. Yo me he puesto una tirita en el alma. Marlena… Igual ella y yo podamos…

- Lo que podamos - me dice.

Día 9. 31 de agosto.

Ha pasado mucho tiempo, dos años creo. Marlena me ha dejado. Segundo disparo al corazón. Segundo garfio. Extremamos demasiado el silencio. Hablábamos, de nada. Vuelvo a estudiar inglés. René me llama. Tom regresa a España, cansado de ser nómada y cansado de Oregón. Chema ha regresado también. Marlena volvió a Brasil. Los que quedamos nos hemos vuelto a juntar. Cuatro cervezas, dos cigarrillos, un cuenco de frutos secos, aceitunas picantes y un solo paquete de cigarrillos sobre la mesa. Hablamos, seguimos hablando.

- Esto es la evolución –dijo René

Nos miramos, sonreímos y… evolucionamos. Aún no sabemos hacia dónde.

Día 10…

No hay comentarios:

Publicar un comentario