Hoy me he llevado una inmensa alegría. A veces resulta que es sencillo sentirse bien. Tan sencillo como recibir el comentario de quien espero que pronto deje de ser una persona desconocida para convertirse en una nueva amiga.
Isabela, desde Mexico, muy lejos de donde me encuentro, ha tenido la amabilidad de dedicar unas palabras para honrar mis humildes aportaciones a este universo bloguero.
Quisiera desde aquí hacer llegar a Isabela mi más profundo agradecimiento.
Por otro lado, te comento (y disculpa si te tuteo pero es costumbre en mi tratar a las personas como tales y no como cargos de una multinacional o como políticos de turno) que el relato titulado ELLA, es un rendido y humilde homenaje a la ciudad en la que no nací pero en la que he dejado el corazón desde el momento en que me vi obligado a abandonarla. Iruñea es el nombre en euskera de Pamplona; si esa ciudad mundialmente conocida por las fiestas de San Fermín. Todo lo que en el relato narro es sencillamente como describo mi relación de amor (totalmente incondicional) con un lugar al que, en palabras de uno de mis amigos y uno de sus habitantes "yo debía de pertenecer". Ni más ni menos. Amo ese lugar porque es el sitio donde mi corazón se siente feliz. Decir más sería pretencioso e inútil porque no tengo el talento suficiente para utilizar las palabras adecuadas para expresar un sentir. De modo que os invito a leer o releer el relato para acercaros simplemente, a mis sentimientos.
Como decía Thomas Carlyle "Si un libro procede del corazón encontrará la manera de llegar a otros corazones" y, bien, mal o regular os aseguro que mis letras salen del alma
P.S. Gracias de nuevo, Isabela, por tus elogios. En la medida de lo posible, seguiré escribiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario